Esta sustancia regula procesos fisiológicos y psicológicos del cuerpo; ayuda a inhibir pensamientos no deseados, minimizar el estrés y la ansiedad y a mantener la calma.
¿Qué es el Gaba?
El Ácido Gama Amino Butírico, GABA, es el principal neurotransmisor inhibitorio del cuerpo. Es producido en el sistema nervioso y en el intestino. Regula funciones cardiovasculares, como la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Y tiene un rol importante en la percepción del dolor y la ansiedad.
Disfunciones de esta sustancia están relacionados con depresión, alteraciones en la concentración y disminución de la capacidad de aprendizaje. Estudios recientes muestran su potencial efecto en el tratamiento de la hipertensión arterial.
¿Falta de GABA? Metafóricamente imagino el GABA como el “pedal de freno” de la mente. La actividad mental depende del equilibrio entre sustancias excitantes y sustancias inhibitorias. Sin este “pedal de freno” las ondas eléctricas del cerebro podrían acelerarse tanto que dificultarían la concentración y facilitarían la caída en estados de ansiedad.
Cuando la actividad mental está muy acelerada nos es difícil, o imposible, concentrarnos, concretar ideas y acciones, tener claridad y, por supuesto, tener calma.
Es fundamental mantener un equilibrio entre excitación e inhibición mental. Todos podemos evocar algún momento en el que demasiadas ideas y pensamientos se os han venido a la vez a la cabeza, provocándoos una auténtica sensación de agobio, falta de claridad e incluso ansiedad. Como típico ejemplo imagina que abres muchas ventanas en el explorador web, porque se te van ocurriendo nuevas ideas que no quieres dejar pasar; pero no acabas concretando ninguna de ellas, ni cumpliendo el objetivo que te propusiste inicialmente.
Otros de los signos de déficit leve de GABA pueden ser el insomnio, el síndrome de piernas inquietas, las palpitaciones y el aumento exagerado de los movimientos intestinales. Los déficits severos suelen ser enfermedades muy raras y poco frecuentes, en las que se pueden manifestar convulsiones, hiperreflexia y otras alteraciones cerebrales.
¿Cómo aumentar el GABA?
Aumentar el GABA permite el control inhibitorio de la corteza prefrontal a memorias, imágenes y recuerdos intrusivos, que pueden ser debidos a una hiperactividad de una zona cerebral llamada hipocampo.
Existen alimentos que aportan directamente esta sustancia y existen alimentos que aportan las bacterias intestinales productoras de este neurotransmisor. Entre los primeros se trata de ingerir, principalmente, alimentos fermentados, de los que os paso una relación a continuación. O, para los segundos, tomar probióticos con el tipo específico de bacterias productoras de GABA, utilizado como alternativa para optimizar la relación del Eje Intestino-Cerebro. Estas bacterias son principalmente los Lactobacilus y Bifidobacterias.
Algunos de los tipos de bacterias productores de GABA son el Lactobacillus brevis, Lactobacillus casei, Lactobacillus gasseri, Lactobacillus reuteri, Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium thermophilum y Bifidobacterium longum.
Los alimentos que aumentan el GABA en el cuerpo:
Chucrut o col fermentada
Miso
Arroz rojo germinado
Kombucha
Kefir
Fermentos lácticos
Kimchi
Alimentos fermentados
Las infusiones como la Tila tiene efectos Gabaérgicos.
Como todo en la vida, no todos estos alimentos son convenientes para todas las personas; por ejemplo si existe intolerancia a la histamina, o exceso de gases intestinales, conviene hacer un proceso de adaptación para ingerirlos sin inconvenientes. Los fermentos lácticos no son recomendables en personas con intolerancias o inflamaciones intestinales.
Un buen comienzo sería comer una cucharada de Chucrut al día, como snack o en una comida principal. Los efectos se notarán a los pocos días. Otra alternativa es tomar el suplemento de GABA sintético, por supuesto que no es indicado para todo el mundo, y lo ideal es tener orientación de un profesional antes de tomarlo.
¿Cómo impulsar al sistema nervioso para producir más GABA? Por último, y no por ello menos importante, están las formas de inducir la producción cerebral de GABA. Una excelente forma es con la respiración controlada, profunda y lenta, cuyo truco está en alargar la espiración y hacerla lo más lenta posible. Otra forma, más conocida, son los ejercicios de propiocepción: sentir el propio cuerpo con movimientos lentos del cuello, por ejemplo; cuanto más lentos sean los movimientos más se activan las neuronas inhibitorias que frenan la tendencia a acelerar dicho movimiento.
En Yoga y Pilates, para mantener ciertas posturas también se activa la producción de GABA, por lo que resultan excelentes. En casos de una disfunción importante de este neurotransmisor, tanto este tipo de ejercicios como la meditación, resultarán muy difíciles. Sin embargo perseverar en ellos proporcionarán agradables resultados.
Ya tenemos en el blog varios recursos respecto a la ansiedad, sus posibles causas, sus posibles tratamientos y medidas que podemos empezar a tomar desde casa. Espero sean muy útiles para aportar calma y mejorar nuestra calidad de vida.
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